Detalles
“El Bizcocho sabe jugar al límite con su chirigota. Tanto que no le da miedo de volver a hablar de la muerte, pero con una perspectiva diferente para explotar el humor negro, que es el que mejores resultados le da, sobre todo por mantener la tensión a lo largo de todo el repertorio al ir soltando píldoras surrealistas una tras otra. El resultado es una chirigota con muchos detallitos que unidos dan una suma notable.”